Director técnico de RAF Estilistas
Bajo unas siglas que parecen la rama aérea de las fuerzas armadas británicas –en realidad son las iniciales de su nombre y apellido– existe un negocio que en tres años de existencia ha conseguido la Q de calidad y una estrella Global Saloon, una especie de estrella Michelin de la peluquería. ¿Su secreto? El buen día siempre en boca y la vocación de servicio a los clientes.
· ¿Desde siempre te ha gustado cortar el cabello?
Sí, al final mi profesión se ha convertido en mi pasión. A los 14 años estudiaba en el instituto y al mismo tiempo trabajaba en una peluquería. Empecé a sacarme el grado medio de peluquería, después el superior de estilismo. Y antes de abrir la peluquería hice administración y dirección de empresas y marketing.
· ¿Te cortabas tú mismo el cabello?
Sí, exactamente. Empecé en la peluquería porque cortaba el pelo a mis amigos en su casa para salir a la discoteca. Una madre me dijo que cortaba muy bien el cabello y que en la peluquería a la que iba necesitaban un chico. Hice una prueba, mis amigos me decían que no me iban a coger. Al propietario de la peluquería le gustó cómo cortaba el pelo y me dijo que fuera al día siguiente. Y así han pasado 26 años.